Todo coche llega a su fin

Rate this post

Creo que en tiempos de crisis nuestros coches se han vuelto inmortales, nos damos cuenta como cada día duran más, es verdad que la durabilidad de sus piezas hacen que perduren por muchos años, pero la llegada de los desguaces ha hecho que duren de por sí mucho más. Hablando con algunos expertos me cuentan que hace muchos años atrás refiriéndose a los coches más bien antiguos, esos que usaban nuestros abuelos y luego nuestros padres o tíos esos eran los verdaderamente buenos, esos eran los que duraban por décadas enteras sin dar un problema, aseguran que los motores estaban hechos de otra guisa y que eran sin duda por los que se podía apostar. De hecho hay muchas personas que con la muerte de sus abuelos ha heredado coches con una antigüedad de más de cuarenta años, en coches que todavía siguen funcionando. Es verdad que las piezas en vehículos así son más difíciles de encontrar por lo que acaban quedando obsoletos, por lo que parados en una casa nada tienen que hacer y en muchas ocasiones son llevados a los desguaces.

Seguro que en estos momentos hay más de uno que leyendo este artículo se ha dado cuenta que se encuentra en esa situación, en su poder tiene un coche así que más bien le estorba y no sabe ya ni dónde poner, muchas veces el cariño, los recuerdos, el valor sentimental hacen que nos neguemos a lo inevitable y nada nos hace darnos cuenta que lo mejor es llevarlo a un desguace. Creo que muchas veces tiene mucho que ver la desinformación porque pensamos que llevarse el coche de nuestra casa nos va costar dinero y precisamente es lo que nos suele echar para atrás, y es tan fácil como pinchar en el siguiente enlace y ver las posibilidades que tenemos. Hay veces en las que debemos darnos cuenta que romper lazos no quiere decir que nos olvidemos de la persona en cuestión no por ello estamos cometiendo un sacrilegio, simplemente los coches también tienen un fin y hay que aprender a dárselo como se merecen, es una pena que un coche que ha sido cuidado durante tantos años al final acabe en una plaza de garaje muerto de risa y terminándose de estropear cada una de sus piezas. Hay otras opciones que debemos validar antes de que sea demasiado tarde.